Viraz

Adentro… ¿una hiena?

Reflexiones y comentarios sobre el videoclip “Carroñeros” de Hyenna.

Los días de junio, entre otros acontecimientos, trajeron el estreno del primer video oficial de la banda hermosillense Hyenna, fundada en 2017 por el Viraz, Iván y Jaime, quienes nos demuestran que en ellos coexiste el “forever young” y el “act your age”

Celebro que sobre el video se hayan escrito varias reseñas en internet con enfoques distintos y sumo la mía. Me gustaría comenzar diciendo que a pesar de que las hienas se encuentran entre los depredadores y carroñeros africanos más emblemáticos por su astucia, sigilo y fiereza, son quienes peor reputación tienen.  Entiendo que la banda escogió el término “carroñero” porque está atendiendo a la parte de la interpretación que relaciona la carroña con algo que está corrompido o podrido y que resulta ruin, como lo es la corrupción; y los señores de la carroña, siguiendo la fórmula, en palabras de Richard Yarnell de la Nottingham Trent University: “como si fueran unos matones de las llanuras africanas que se ríen mientras se juntan para robar la comida que le ha costado tanto obtener a sus competidores más majestuosos”. 

Marx sostiene que “el modo de producción de la vida material [capitalismo] condiciona el proceso de vida social, política e intelectual en general, a través de una estructura política-jurídica e ideológica”, formas sociales que en la práctica aparecen dictadas a través de instituciones represivas como la policía, el ejército, las cárceles e instituciones ideológicas como la Iglesia. 

El video “Carroñeros” señala la corrupción que corroe a México en sus instituciones, pero también en la ética de algunos de sus ciudadanos. El cineasta mexicano, David Zonana, desde su particular visión, dice al respecto que: “no solo se trata de la perspectiva económica o política de este mal, sino de la falta de empatía y los ciclos de corrupción que terminan por erradicar los valores, sistemas en que estamos envueltos y que terminamos por repetir generando una disparidad social más amplia y en algunos casos, una búsqueda de justicia cada vez más violenta”. El tema de la corrupción resulta tan complejo… Gustavo Rivera escribió en su libro Corrupcionario mexicano un ensayo tratando de entenderla a través de tres maneras distintas: la corrupción de ellos, la corrupción de nosotros y la corrupción de todos. Todo un dilema existencial. 

Cuando estaba escribiendo este texto no pude evitar recordar cuando Peña Nieto aseguró, en el Foro Económico Mundial sobre América Latina, que la corrupción en México es cultural. Está equivocado, lo que sí fue muy evidente es que para Peña y sus métodos, la corrupción era en efecto, una cultura.

Dicho sea de paso, la corrupción crea un terreno fértil para las actividades de la delincuencia organizada. En este trabajo audiovisual, Hyenna nos lleva por los claroscuros y los tejemanejes de los bajos negocios de la política escondida. Todo está conectado. Para los grupos de poder, las grandes corporaciones, las mafias y el crimen organizado, la vida no vale nada, pero las riquezas materiales sí. Se dice que los corruptos se forjan al tener ambiciones egoístas y codicia. 

Una buena y justiciera analogía es la siguiente: las hienas son excelentes cazadoras, todo gracias a su inteligencia estratégica, rasgo que intuyo en Hyenna como agrupación. El concepto y su sincronía, musicalmente hablando, nos presenta una banda crossover que exuda furor con influencias del metal, del grind y el hardcore. Las guitarras fuertes y distorsionadas, el sonido del bajo y la batería que se escuchan muy densos, así como la voz gutural, conservan la estética del metal y diversifican su sonido haciendo una fusión. Hyenna es una banda natural e innovadora y su mordida deja marca.

Ahora bien, en cuanto a la composición musical de esta rola, yo no exijo solos porque no todas las rolas deben de tener un solo, es un aspecto muy del género “jevi” y los que saben de estas cosas opinan que debe utilizarse bajo ciertas condiciones, principalmente negativas, cuando, por ejemplo, la canción es escueta, le falta intensidad o es muy repetitiva. Lo que no sucede con “Carroñeros”.

En primera, he de decir que, para ser músicos independientes, el grabar un video musical es una eficaz manera de promocionarse. El sencillo elegido fue el correcto y que hayan sido ellos mismos quienes representaran los personajes principales en cámara fue un gran acierto. En cuanto a la canción, la cualidad interpretativa es buena, me deslumbró el sonido de la guitarra, fuerte y distorsionada, y el bajo áspero, potente, y la batería, ya lo saben, es la maestría escénica, un virtuoso, un homenaje a la energía. En cuanto al video, la teatralidad, el lenguaje corporal, e inclusive, la gestualidad, me conectó a la trama: bien dirigidos estos batos. Ocurrió lo que en teatro denominan “el rompimiento y traspaso de la cuarta pared”, esto es, nos identificamos con la realidad mostrada y esto creó una especie de lazo directo (aunque sea virtual) y así, al sentirnos involucrados en la historia, compartimos los sentimientos de frustración y coraje que se generan. Va mi reconocimiento por su entrega total. 

Quise buscar el punto de vista de alguien más, no para pasar el balón, sino para corroborar mis percepciones del trabajo que intento analizar. Me acerqué a un videoasta experto en Hermosillo, Noé Kuamhea. Le hice un par de preguntas muy básicas sobre el video y le pedí nos hablara un poco del trabajo técnico detrás de cámaras. Esto fue lo que me dijo:

“De entrada y así sin preámbulos, amo los videos musicales que se componen de imágenes de la banda tocando entrelazadas con tomas de alguna historia, ya sea que esté relacionada con la letra de la canción o no. El trabajo con el que Hyenna debuta en el ámbito de los videoclips ¡es una chulada!, y no queriéndome extender, porque luego me emociono hablando de estos temas, trataré de ser breve: la parte de la historia está exquisitamente bien armada, desde la locación, todas (todas, todas, todas), las piezas de utilería, vestuario, iluminación principal (románticamente lúgubre) y los matices de las luces complementarias de color rojo para aumentar la maldad por medio de la psicología del color, la actuación de los miembros de la banda, la inclusión de extras, etcétera. Todo esto hace que este cúmulo de fotogramas me arranque una sonrisa de emoción cada que lo veo. Y es que yo valoro, aplaudo y disfruto de las bandas que se involucran y cooperan al momento de hacer un video. Porque cada pieza de la utilería costó tiempo y/o dinero, igualmente el vestuario, el diseño de imagen y hasta el aguantarse la risa cuando te pega el tonto durante el rodaje. Siempre me da gusto cuando veo que la banda participó de alguna manera al momento de escribir el guion, pues esto sirve mucho para que el videógrafo pueda plasmar, aunque con su toque personal, la idea y esencia original del artista. Y menciono esto porque me he topado con tantas bandas que realmente no les interesa participar en la creación de la obra. Y lo digo así, porque también requiere de bastante composición y talento, pero hay bandas que sí se preocupan por hacer las cosas bien y les gusta invertir su tiempo y creatividad en esto, ya que, por ejemplo, el video de Hyenna es rico en detalles que nos hacen volver a verlo: el mantel de la mesa, las palabras ferradas en la carne o el mono de peluche bajo la mesa, todos estos y más detalles, logran que esto, que al final de cuentas es un cortometraje, sea un trabajo sólido como a los que ya nos tiene acostumbrados Lu Franco desde hace tiempo en el mundo audiovisual. La codirección del señor Jaimelvis (vocal) me habla a mí del gran compromiso que tiene esta gran banda de hacer las cosas bien y del talento feroz que tienen para lograrlo. La parte de la banda tocando está super bien hecha y si no estuviera incluida en el videoclip, este para nada sería igual de bueno. Me gusta mucho el contraste de la locación blanca con el negro de la ropa estampada por emblemas de la banda. Filmar la parte de la banda tocando requiere de preparación, dedicarle tiempo e invertirle dinero, así que mis respetos por haberla incluido y sobre todo muchas gracias por incluir tanto tomas de la banda como tomas de la historia actuada. Muchas gracias por la invitación y les dejo algunos videos de bandas de Hermosillo que nunca me enfadan: The Horrorscopes con “Slasherism”; Corrosión con “Depredadores” y Akelarre con “Spirit of Oppression”.

Ballesta

Hasta el momento se tiene poca información sobre esta banda que existió varios años en la ciudad de Hermosillo, Sonora. Daniel en la guitarra, Viraz segunda guitarra, Ivan en el bajo y en la batería Armando Lagarda. Un estilo muy único, esperemos pronto podamos compartir algunos audios, por lo pronto dejamos aquí estas fotos.