Corría el año 2008. Un señor de nombre Scooter Braun veía videos en youtube porque muy probablemente en ese momento no tenía nada mejor que hacer y, con la suerte de su lado, encontró a su nuevo artista que pronto sería uno de sus mayores éxitos. Sí, estamos hablando de Justin Bieber. Un pequeñín de 15 años que en menos de un año pasó de ser un puberto probablemente virgen y no popular, con muy buena voz y talento musical, a ser el sueño amoroso de las niñas de su edad, con contrato millonario y un éxito musical y fama mundial asegurado. Justin sí que tuvo suerte.
Bandas como The Beatles, Led Zepellin, Metallica, Pantera, les bastó nada más que su increíble talento musical para poder llegar al éxito. El destino les pedía en sus inicios como músicos que se concentraran únicamente en su talento musical para convertirse en las leyendas musicales que son ahora y así fue. No les bastó nada más que esforzarse y ser excelentes músicos para que la vida los premiara con el sueño que muchos músicos soñamos y eso está genial, creo que es algo que cualquier músico quisiera. Quien diga que no conoce a estas bandas es porque le gusta mentir o llevar la contraria.
Historias como estas, ya no se han repetido o son muy contadas. Los tiempos cambian y en la industria de la música han cambiado mucho, de manera muy notable. Lamentablemente, muchos músicos y bandas piensan que el ser talentoso es lo único que se necesita para abrir brecha entre la innumerable cantidad de actos artísticos que existen en el mundo. Esto no quiere decir que sea imposible ni improbable, pero sí quiere decir que el esfuerzo para darse a notar es aún más difícil y requiere de un mayor esfuerzo y dedicación.
Todo músico cuando se da cuenta de que tiene la capacidad y la habilidad de componer, busca transmitirlo y dárselo a conocer al mundo, esa es una parte de ser artista. Pero lo que se requiere para llegar lejos o “estar del otro lado” como muchos dicen, no solo debes ser solo compositor. También debes de ser tu propio publicista, manager, administrador, tesorero, promotor y un sinfín de actividades más.
A veces uno está esperando el momento en dejar su vida normal para dedicarse a su proyecto musical pensando que antes de hacerlo ya va a estar generando suficientes ingresos para poderse dedicar de lleno, pero eso nunca va a suceder. Bueno, así lo dijo Misha Mansoor, amo y señor de Periphery al preguntarle cuál era la fórmula para llegar lejos en la música. Misha menciona en una entrevista que le hicieron para Ultimate-Guitar que las cosas ya no son como antes. Ahora el sacrificio para llegar lejos es mayor porque la música ya no deja dinero. Con la llegada del internet, la piratería y los contratos difíciles de cumplir con las disqueras, el monetizar una canción ya se ha vuelto muy difícil.
Toda esta situación ha obligado al artista a dar un paso más allá. Hacer algo que los artistas antes no hacían o al menos no en su totalidad. Yo siempre he dicho que una banda (o proyecto musical en general) debe ser visto como una empresa. En una empresa está el encargado de la logística, el administrador, el publicista, hasta el abogado y eso mismo debe plasmarse en una banda, porque si mi hermano, mi hermana, también existen situaciones legales en la música que uno no debe dejar pasar.
El camino no es nada sencillo y mucho menos seguro. No existen atajos a menos que tengas un apellido con mucho peso (eso me dijeron una vez). Va a costar trabajo, dinero, esfuerzo, sacrificios, decepciones, quizá hasta salud mental y física. Pero como mi bella madre siempre me ha dicho: “No hay gran esfuerzo que no atraiga una gran recompensa” y es una frase que quisiera plasmar en la lápida de mi tumba. Yo no soy el mejor ejemplo para decir que eso que dijo mi madre es real, pero sí puedo decir que lo creo y tengo fe en que es real. Creo que cuando se tiene un sueño y se puede ver alcanzable, vale toda la pena del mundo luchar por él, cueste lo que cueste.
La realidad de todo esto es que nadie va a voltear a ver una banda si no está consolidada primero y sobre todo si no es popular. Lo popular es lo que vende y no, no es algo nuevo, así siempre ha sido y así siempre va a ser.
¿A qué voy con todo esto? El negocio de la música ya es algo muy ambiguo. Aún existen disqueras, aún existen casas promotoras, pero hoy en día no hay nada como rascarse con sus propias uñas. En esto último es donde recae el hacer el gran esfuerzo y sacrificio. Hoy en día, las conexiones con otras personalidades metidas en el medio, el dar algo diferente en tu propuesta musical es lo que te va a ayudar a salir adelante. No esperes a que alguien llegue y te tienda la mano e invierta en tu proyecto y te haga famoso de la noche a la mañana porque eso nunca va a suceder, ya no.
Es mucho trabajo por hacer, pero no es imposible, es difícil, pero el resultado es inimaginablemente bueno. Te lo garantizo.